miércoles, 30 de septiembre de 2015

Los 'Aromas de Guitarra' de Toni Cotolí saben a 'Oda'


Texto: Noelia Baldrich / Fotos: Toni Cotolí





Érase una vez, una guitarra y un buen vino que cruzaron sus vidas al borde del camino”. Y del maridaje de estos dos artes, música y enología, nace un proyecto que combina los sentidos, y que convierte su degustación en una  portentosa y deliciosa sinestesia: Música para saborear y vino para escuchar.  Mágico espectáculo el de catar el arte paladeando las exquisitas sonoridades del guitarrista valenciano Toni Cotolí mientras nos embriagamos con las balsámicas notas de los caldos de Alfred Feenstra. Y es así como se atiende y se aprehende esta finísima obra “vinófila”. Una selecta cosecha de célebres composiciones clásicas populares -Asturias de Albéniz, Recuerdos de la Alhambra de Francisco Tárrega , las 4 Estaciones Porteñas de Piazzola- es servida con cálida maestría, contundente sensibilidad y firme magnetismo por este concertista internacional al compás de unos envolventes toques vinícolas de las bodegas San José y Villavid. Tonalidades de acordes, madera, de campos regados por Puestas de sol (2010) que nos hacen disfrutar de uno de los placeres de la vida: el arte de vivir. Grabada en Benavites, en una torre del siglo XV, partituras y texturas se entremezclan con tal pureza que el deleite sensorial alcanza matices poéticos difíciles de olvidar. La sutileza interpretativa de Toni Cotolí (2003), su sutilidad y a la vez rigor expresivo, su alta graduación técnica, su afinada digitación dibujando figuras endiabladamente complejas (trémolo, arpegios, picados) fermentan con técnica de artesano en la riqueza de matices del Monastrell, en la complejidad del Tempranillo, en la intensidad aromática del Verdejo. Sensaciones e impresiones únicas e irrepetibles para el buen degustador de esencias. Y si, además, recreamos la mirada en los dos vídeos musicales Invierno porteño y Córdoba, que brindan imágenes de tonalidades argentinas y andaluzas, apreciaremos la hondura que este trabajo destila. Porque el conjunto completo tiene Alma y Solera, es fruto de la Amistad que Entre amigos (2007) forja la guitarra clásica y flamenca. Cotolí y Feenstra junto a  Javier Zamora y Helena Feenstra ejecutan a través de Miradas y Recuerdos una ambrosía sonora en clave de solidaridad para ayudar a los más necesitados alcanzar sus Sueños (2014). En total, 6 cedés y cajas de vino que destinan sus beneficios a la Fundación Jinja Kids, en Uganda. Elevada ya la presentación a Oda, vamos a degustar su quinto álbum abriendo hasta el sexto sentido, acorde imprescindible para percibir la sutileza que demanda este disco. Descorchemos las piezas y pongamos las copas a tono para sentir Aromas de guitarra -Oda- de Toni Cotolí. 


Oda de Cotolí, una cosecha de clásicos populares,
 está a la venta en centros comerciales

Esta vez tu madera nos hace vibrar por medio del paladar.
Sí, es un proyecto con Alfred, un buen amigo, músico, guitarrista y compositor, que después de dedicarse toda la vida a exportar vinos ha querido ahora hacer algo diferente. La idea surge hace un par de años, a raíz del concierto privado que le regalamos para su cumpleaños junto a Javier Zamora y su hija Elena, y en el que interpretamos obras suyas, en su casa de Benavites. Le encantó, fue muy emocionante y de ahí surgió la idea realizar este proyecto.

Estudios científicos señalan que el tipo de música que una persona escucha puede realzar el sabor del vino. ¿Y a la inversa? ¿Un vino adecuado puede realzar la interpretación musical?
Creo que sí. Es como cuando vas a un buen restaurante. No sólo es la comida lo que la hace placentera sino también el entorno que te rodea, el ambiente… todo ayuda a crear esa atmósfera sensorial tan exquisita. Los detalles suman.

Vamos a los detalles de Aromas de guitarra, es una colección de discos y vinos.
Sí, son seis discos interpretados por cuatro guitarristas. Feenstra y yo somos de clásico y Javier Zamora y Helena Feenstra de flamenca. Los discos son Alma, Recuerdos, Oda, Amistad, Solera y Miradas. Con la colección Aromas de Guitarra se venden las cajas de vino. También se puede comprar Oda, mi quinto disco, de manera individual. El disco Amistad es una reedición del que es mi segundo disco, Entre amigos (2007).


 


La colección Aromas de Guitarra se compone de un total de 6 discos de guitarra clásica y guitarra flamenca interpretados por Alfred Feenstra, Javier Zamora, Toni Cotolí y Helena Feenstra




Racimos musicales de buena cosecha que maridan muy bien con la potencia del Monastrell, la alta graduación alcohólica del Tempranillo o intensidad del Verdejo. ¿Te han condicionado las texturas de los caldos para la selección de las obras?
No en mi caso. Como Amigos son las piezas que ya grabé en Entre amigos. Mitad del álbum es el dúo de guitarra clásica y flamenca con Javier Zamora y la otra mitad del disco son canciones de Falla y Lorca con voz de Celia Mur y arreglos populares con toque español y rigor clásico. Para Oda, Alfred me pidió que grabase un disco de guitarra clásica, de grandes composiciones populares. Escogí unas muy conocidas como Asturias, Recuerdo de la Alhambra o Capricho Árabe y otros clásicos no tan conocidos como las 4 Estaciones Porteñas de Piazzola o Variaciones sobre el tema de la Folia de España de Giulani. Finalmente he incluido dos piezas de Alfred que me gustan mucho. Primera Canción, una pieza con mucho sentimiento y una melodía espectacular y Córdoba, que la compuso después de una estancia en esa ciudad. El conjunto reunía las características que me pedía Alfred.


 Aromas de guitarra con las caja de vino.
Pero se acoplan bien con sus caldos.
Sí, sí. De hecho, cuando me dio las primeras botellas y cuando estuvimos en su casa grabando el vídeo de Córdoba catamos unas cuantas y sí. Pero, yo no tengo el paladar de Alfred, él se dedica a eso. Todos me parecieron muy buenos vinos.

Catador sonoro, sí que lo eres.
Sí, sí en eso sí que soy bueno.






¿De todas las piezas alguna es “un rompe manos”?
Las 4 Estaciones Porteñas de Piazzola son originalmente para quinteto y el arreglo que he utilizado es de un guitarrista brasileño que se llama Sérgio Assad. Las partituras me las pasó un guitarrista argentino, en 2002 y las he ido tocando con Javier Zamora, conjuntamente. Las he ido evolucionando, las he hecho más vivas, muy tango, dándoles una vuelta de tuerca y las tengo muy interiorizadas. Tienen momentos muy complejos, de rompe manos, porque estás sintetizando muchos instrumentos en una sola guitarra pero el resultado está conseguido, suena vivo, suenan las mayoría de las voces, tiene mucho ritmo, melodía. El vídeo que hemos grabado con la pareja de tango Pablo Fernández y Marta Senabere, tetracampeones nacionales de bailes de salón y deportivo, está teniendo muy buenas críticas y está gustando mucho a la gente.

Una pareja de tango bailando e imágenes de fondo muy porteñas: el congreso nación de Argentina y pensador de Rodin.
El vídeo lo realizó la empresa Kinofilms, con quién ya he trabajado en otros vídeos, en otros entornos. Les especifique la estética que buscaba y su parte creativa se activó plasmándola en una recreación porteña muy bien lograda.

El vídeo de Córdoba, en una torre del s.XV en Benavites, a modo de estudio de grabación.
Sí, figura que es un patio andaluz. Es la casa de Alfred, tiene un patio muy bonito y daba un ambiente ideal a la musicalidad de la pieza. Después de la grabación nos comimos una paella regada con vinos que nos sentó, muy bien, porque hacía un frío. Lo grabamos en noviembre y tenía las manos heladas.

Asturias ¿por tu abuela?
Sí, le gustaba y también porque me la piden mucho mis alumnos y amigos. Es una pieza muy bonita. Mi abuela siempre pedía también Recuerdos de la Alhambra y Lágrima de Tárrega; y Capricho árabe por mi padre. Son piezas que llevo tocando diez años o más. Las llevo muy interiorizadas. Ha sido un disco de los clásicos también míos. Es como marcar puntos en el camino. Tú vas haciendo proyectos y si no vas dejando constancia física es como que pasa el tiempo y no has hecho nada. Este disco marca como una trayectoria que llevo con esa música y estoy muy contento.

¿Y Giuliani?
Esa pieza me gusta mucho y está basada sobre la Folia Española pero tratado de otra manera, el disco es como un inicio de la guitarra desde Giuliani hasta nuestros tiempos. Y porque me gustaba. Mira, cuando acabé la carrera hacía lo que me demandaban y, a partir de ahí, nunca más. Siempre hago lo que yo quiero porque como lo produzco yo y lo hago yo, ya está.

Una pieza que tocada por Ricardo Gallén, profesor tuyo, recoge grandes elogios.
Sí, es uno de los números uno mundiales de la guitarra. No sólo ha sido profesor sino que es también amigo mío, y es una suerte tener una relación que va más allá de la de maestro y alumno. Es una de las piezas que trabajé con él.

Temas que llevas tocando más de 10 años ¿hay miedo escénico?
Pues sí, (risas) No sé si miedo pero sí cierta impaciencia. Cuando empiezo a tocar se va todo y empiezo a disfrutar. Pero el tiempo de espera antes de…


Toní Cotolí, grabando Oda,  en una torre del siglo XV, en Benavites, para dotar al trabajo de más pureza sonora. 


¿Una copa de vino, antes?
No antes no, (risas) después sí. Como mucho un café, si ando algo cansado, o un poco de chocolate.

Impartís cursos sobre esa materia en el Curso de Guitarra y fisioterapia en la escuela Ricardo Gallén.
En esta séptima edición ha habido varios seminarios sobre la meditación, trabajar la mente, y con un psicóloga se trabajaba el miedo escénico, pero de una manera más amplia. Lo que trabajamos en el curso VII Ricardo Gallén de Guitarra y Fisioterapia, aparte de la técnica de la guitarra y la interpretación, la ergonomía, las posiciones para evitar lesiones, ejercicios óptimos para los músicos porque somos como deportistas de élite. Hay muchas lesiones musicales que habitualmente el médico de cabecera o traumatólogo no las saben tratar, a veces, matan a cañonazos las moscas. He curado mis lesiones con tratamientos especiales a través de tratamientos más sutiles para seguir teniendo esta sensibilidad. También hacemos mucho énfasis en la prevención, en todos los sentidos: ejercicio físico moderado, dieta equilibrada, meditar y trabajar bien.

¿Cómo es el día a día de tu partitura vital equilibrada?
Cuando era estudiante tocaba todos los días. Ahora es diferente, doy clases y aunque estoy tocando no es lo mismo. Normalmente las mañanas son para estudiar cuatro o cinco horas y por las tardes tocar con los alumnos. Si tengo algún concierto importante dedico más tiempo. Todos los conciertos son importantes pero en muchos tengo el repertorio ya muy interiorizado. Luego voy aprendiendo nuevas piezas, técnicas, voy trabajando alguna cosa más de flamenco que no controlo bien.

A estas alturas, después de tantos años tocando, desde los 16, ¿aún hay nuevas técnicas qué aprender?
Uf! Quiero aprender aún muchas cosas. Sí, de hecho hay una pieza que toca Paco de Lucía en sus orígenes que estoy detrás de ella. Ya la toco y el día que estoy al 110% la toco encima de él prácticamente, y el día que estoy al 90% no me sale.

¿Cuál?
Panaderos flamencos de Esteban de Sanlúcar. Alguna vez la he tocado en concierto y la quiero tocar como toco Recuerdos de la Alhambra que la podría tocar durmiendo, por ejemplo o Asturias. Son piezas que las domino totalmente.

Un referentes.
Sí, y Ricardo Gallén.

Hemos catado el vino, ¿puedo testear esa excelente guitarra?
Es un modelo Torres de Manuel Adalid.

Esto es madera fina.
Sí (Cotolí se arranca por ‘Asturias’ y la coctelería enmudece)

Los que se dedican al vino suelen ser grandes coleccionistas de caldos, Cotolí ¿atesora guitarras?
Tengo unas cuantas, pero no pensando en coleccionar. Y como trabajo en la fábrica Guitarras Francisco Esteve y Juan Hernández, en depósito tengo muchas porque voy probando en los conciertos. A parte de esta Torres, tengo una romántica de un luthier de Málaga Arnoldo García, especialista en instrumentos antiguos. Una, Paco Santiago Marín, uno de los grandes artesanos de guitarra clásica actuales. La verdad que hay instrumentos caros y otros muy caros.

Cosechas otros estilos musicales en Cuerdas de Acero.
Estamos que si grabamos o no, es que como es una cosa de cuatro, como si fuera una pareja de cuatro, cuesta. Vamos tocando y mientras voy haciendo mi camino con mi guitarra y mis proyectos.

¿Un camino trazado o te vas dejando llevar por el toque diario?
Así, así. Me voy marcando metas pero luego voy viendo lo que va ocurriendo y me van saliendo otras cosas y me voy dejando llevar. No tengo todo organizado pero sí que dirijo la energía hacia un camino concreto.

Tu momento actual ¿a qué suena?
Pues a Piazzola.

¿Qué tiene el tango que siempre te enredas en él?
Desde que empecé me encanta Bach y he tocado toda la música que hay para guitarra, la música de Leo Brouwer, compositor cubano, y Astor Piazzola. Cada uno en su estilo, porque Bach es un compendio de melodías que se entrelazan, se crean contrapuntos, una articulación que te envuelve; Brouwer son sonoridades más especiales con ritmos muy populares y africanos; y Piazzola a la vez que es muy romántico, muy clásico tiene un carácter muy temperamental muy visceral, me encanta. Tiene unas piezas… el Adiós Nonino, dedicada a su padre…, esa la tengo que tocar.

Se dice que la música de Piazzola no existe si no es interpretada por él. ¿Cómo sonará el otoño de Cotolí?
Muy bien, tengo uno o dos conciertos a la semana, estoy muy ilusionado con el disco, está teniendo muy buena acogida, tengo muchos alumnos. Si de algo me quejo a veces es de la calidad de las actuaciones en directo. La cultura ha bajado un mucho, no se valora. Cualquier otro profesional tiene una tarifa, un músico como que no y hay detrás un grandísimo trabajo. A veces actúas a bajo coste porque crees en ello. El problema de la música es que está la élite acomodada arriba, luego los amateurs que hay muchísimos, y luego los que estamos en un espacio intermedio que se ha diluido. Los grandes del rock U2, AC/CD -en clásica ocurre lo mismo- aunque cobren mucho llenan y hacen negocio, los amateurs no cobran, y los del medio estamos en un terreno complicado en estos momentos. Hoy en día con los discos no se gana dinero, y en muchos casos no se recupera la inversión, pero has de tener un disco para poder llegar a diferentes espacios y salas; con los conciertos, tampoco, pero yo quiero tocar porque me gusta tocar. Aún así, no me puedo quejar porque tengo muchas cosas, e incluso puedo seleccionar.

De tu estilo se ha dicho toque clásico renovado, sabes a crianza, ¿qué D.O. definiría tus matices?
Me han dicho siempre que mi toque fuerte era la expresividad con el instrumento. Tengo gran técnica pero en lo que más sobresalgo es en mi manera de tocar, y es cierto, me ocurre con frecuencia que el público se emociona hasta el punto de acabar con lágrimas. Para mí la música es expresión, la técnica no tiene sentido si no hay expresión, si no te remueve por dentro, si no despierta las emociones.

¿Has visitado Villa Andrea este verano?
Claro que sí, por supuesto (risas). Y con mi sobrina que tiene ya 14 meses, y se llama también Andrea como mi abuela.

Se siguen cumpliendo tus Sueños. ¿Los próximos?
Mis metas siempre son pequeñas cosas. Disfrutar cada momento, cuando estoy tocando. Esta tarde a las 19h en el Fnac de las Arenas en Barcelona, el viernes inauguro la temporada del Museo Manaut de Valencia, espero pasarlo bien y después ir a cenar con mis amigos, estar a gusto. No hay que esperar que la felicidad llegue una vez alcanzada la meta porque no llega, hay que ser feliz durante el camino, ahora. En el momento está todo. Mi sueño es seguir tocando la guitarra, es esa pieza que te comentaba Panaderos Flamencos, tocarla a la vez que Paco de Lucía, ¡qué pasada! Después, cuando miras atrás te das cuenta que has conseguido muchas cosas que igual ni te planteabas y ya está. El 16 de octubre tocaré en el Corte Inglés de Callao y para mí es importante. Eso es mi sueño.


Cotolí promocionando Oda en Barcelona, donde esta tarde ofrecerá en el Fnac Las Arenas su recital.


A pesar de las estrecheces del mundo música has tocado en medio mundo.
Sí, y he hecho cinco giras por China. La tercera hice quince conciertos en doce días. Ha sido espectacular porque cuando tocas tanto a partir del tercer concierto eres una maquina, mueves al público, disfrutas mucho, allí son muy sensoriales.

¿Algún lugar dónde tocar con tu toque?
Creo que las que soñé ya las he cumplido. Me falta Latinoamérica, Argentina.

El vino lo dejamos para después del concierto, ¿brindamos ahora con una horchata?
Con una horchata perfecto, mi bebida preferida.

Orfeo y Baco, mano a mano. Ya ven, la música también puede beberse en copa.





www.tonicotolí.es
www.aromasdeguitarra.es












2 comentarios:

  1. Excelente la música de Toni Cotolí, me encanta. Y al igual que él me gusta el número 13 y también otros, como el 8 mi número de destino. Y no tengo problemas con el ¡666! Me llevo bien con el demonio ¡Por si acaso! Puedes ver los videos de mi hobby recién subidos en https://www.facebook.com/juan.santacruzgallego y en https://www.facebook.com/TarotJuanSantacruz/ Saludos mágicos, Juan

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  2. Gracias Noelia por este artículo. Exquisitas palabras y matices! Un abrazo

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